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| Crédito: Pixabay |
En la sociedad moderna se idealizado el amor de manera tal que todos estamos en busca de él, por su parte las mujeres buscan a un príncipe azul y los hombres piensa en una princesa que rescatar de las garras de la soledad. Este es unos pensamientos comunes en las culturas de corte occidental. Las relaciones de pareja se han tornado cada vez más difíciles de establecer con las disposiciones que el amor ideal dicta, que hacen referencia a las relaciones monogamicas fundamentadas en el vínculo matrimonial.
El amor ideal es visto como aquel sentimiento privilegiado a los demás, que no responde solamente a necesidades fisiológicas. Generalmente este sentimiento mezcla el deseo emocional y el hálito pasional. Pero en este la protagonista es la emoción que prima por encima del placer físico. El amor idealizado es considerado como un sentimiento diferente y superior que te pone la vida de cabeza y que tiene una finalidad eterna e idílica.
Este amor en el consenso cultural, ha de ser para toda la vida (te amaré eternamente), además de un componente característico (solo a ti te puedo amar), absoluto (te amare a pesar de cualquier cosa) he implica la negación de sí mismo (te amo más que a mi propia vida). Algunos catalogan estos tipos de amor como mágicos pues quieren a alguien totalmente complementario, algo así como la mitad que les falta. Una relación similar a la de los siameses, donde no se pueden separar del otro por qué se siente la imposibilidad para respirar y vivir.
El amor ideal también posee una transitoriedad en los tropiezos que conducen a él. La sociedad occidental ha enfatizado históricamente en el amor mucho más que otras culturas, en las cuales los matrimonios son disposiciones familiares impuestas. No obstante, en la época moderna las concepciones del amor han trascendido las fronteras, evocando el romance como una opción para el encuentro de la felicidad. ¿Has sentido mariposas en la panza?
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