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En diferentes lugares del mundo se encuentran sitios o localidades fascinantes, pero granjas para cultivar difuntos, es algo que raya en lo sorprendente e interesante, las granjas a las que nos referimos se encuentran en diferentes partes del territorio estadounidense. Más conocidas como“Boby farms”; en ellas se llevan a cabo procedimientos forenses referidos a los procesos de descomposición del cuerpo humano.
Los cuerpos se encuentran a lo largo de terrenos agrícolas, se dispersan en diversos espacios para saber cómo se comportan los cuerpos después de su muerte, estas investigaciones las llevan a acabo los diferentes cuerpos de antropología forense de varias instituciones. Los cadáveres se ponen en diferentes posiciones, y en contacto con diversos objetos tales como: vehículos, casas, cabañas o en diferentes ambientes como lodo, desiertos, lagos, entre otros. Estas interacciones permiten ver como los cuerpos se deterioran y que factores intervienen.
Además de esto, estas investigaciones con los cuerpos, han permitido cerrar casos criminales y atrapar a los delincuentes, es de notar que algunos de los cuerpos allí utilizados provienen de las oficinas forenses que no han sido identificados y tampoco reclamados por los familiares, sin embargo la mayoría provienen de la donación para estudios científicos que se hacen anticipadamente. Muchos habitantes cercanos a las granjas les parece algo sombrío, no obstante cada vez se ve más interés por estos lugares en diferentes partes del mundo.
Estas locaciones están aisladas para todo público, en vista de que pueden ser contaminadas, además de ser objeto del morbo de las personas que inventan historias sobre lo que sucede al interior de las granjas de cadáveres. Cada día la ciencia busca la forma para llevarles un paso de delantera a los delincuentes que comente crímenes atroces.
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